Los propietarios, la familia Kipp, tienen una actitud muy social hacia sus empleados. Es, simplemente, una empresa familiar, no solo en la teoría, sino realmente también en todos los aspectos de la práctica.
¿Recuerda qué ha sido lo más gracioso que le ha ocurrido en KIPP?
Hace muchos años, en una celebración navideña de la empresa, las calles estaban cubiertas de hielo. Cuando la empresa de catering nos trajo la comida, patinó en la calzada helada…
Lo que hizo que nosotros, la plantilla, tuviéramos que conformarnos con los "restos aprovechables" que quedaron.
Tenemos el programa „KIPP en forma“. ¿Qué te parece?
El programa "KIPP en forma" me parece excelente. Nos ofrece, a mis compañeros y a mí mismo, la posibilidad de hacer algo personalmente por nuestra salud.
Ya se trate de un entrenamiento en el grupo de marcha, en la carrera corporativa o en la jornada por la salud. Yo, naturalmente, ya he participado en estas actividades.