Sr. Schanz, ¿cuánto tiempo estuvo en KIPP y en que áreas trabajó? |
He estado trabajando en HEINRICH KIPP WERK durante casi 50 años: desde septiembre del 1969 hasta finales de febrero del 2018. Empecé como aprendiz de mecánico y luego estuve trabajando en la construcción de herramientas. A mediados de los 80 cambié a la "oficina técnica" y terminé mi trayectoria profesional como director de desarrollo. Durante ese periodo, interrumpí dos veces esta ocupación para seguir estudiando. |
¿Qué es típico de KIPP? |
Lo más característico de KIPP es, por supuesto, la palanca (de sujeción) KIPP. Desde que conozco la "fábrica de maquinaria Heinrich Kipp“, siempre ha tenido un enfoque internacional. Hoy por hoy, HEINRICH KIPP WERK GmbH & Co. KG, está presente en todo el mundo, aunque su sede central se encuentra en una localidad tan pequeña como Holzhausen. Especialmente agradable me parecía el horario de trabajo. Los viernes terminábamos oficialmente a las 12:15 y los sábados no se trabajaba. En aquella época, esto era algo especial. |
¿Qué recuerdos se le han quedado grabados de KIPP? |
Durante mi aprendizaje en la acería "Vereinigten Hüttenwerken" había una o dos veces al año un evento en que todos los aprendices jugaban al fútbol en el prado de detrás de la nave de moldeado a presión. Estuvimos jugando sin parar hasta que ganó el equipo de Heinrich Kipp Senior, el padre del jefe actual. Ya entonces era ambicioso y perseguía sus objetivos con determinación. |
Cuando estuve haciendo la mili, me encargaron cambiar unas "palancas de Kipp" en un vehículo. Para mí, una tarea facilísima, creía yo. Pero luego, cuando las vi ante mí en el banco de trabajo, me di cuenta de que era un desafío mayor de lo pensado. En realidad, se trataba de "palancas de Kipp" dirigidas por un árbol de levas que accionaban a su vez las válvulas de admisión y de escape del motor. Así monté con éxito, por primera vez en mi vida, estas otras "palancas de Kipp". |
¿Qué otro proyecto no podrá olvidar nunca? |
Antiguamente, los stands de las ferias los hemos diseñado, construido y montado en su totalidad nosotros mismos. En aquella época llevaba un departamento de producción constituido por "un solo trabajador": yo mismo. Fue entonces cuando me llegó el proyecto de construir un "nuevo stand para la feria". Eso sí que era un reto en toda regla: tenía que incorporar en muchos componentes el perfil de tubo oval de los Bighands, tan exitosos. Así que tuve que poner los medios técnicos para llevar a la práctica esta exigencia y, además, organizar el primer montaje en Hannover. |
¿Hay algo que eche de menos al rememorar los buenos tiempos en KIPP? |
Pues, para ser sinceros, disfruto al máximo de mi jubilación. No me aburro en absoluto, porque también en el hogar tengo diversos proyectos entre manos. No obstante, tengo que reconocer que, ocasionalmente, me paso por la página web para ver si se han llevado a la realidad los proyectos de desarrollo que se habían puesto en marcha en mis tiempos, además de observar qué nuevos productos se han introducido en la gama. También me agrada pasarme de vez en cuando por mi antiguo departamento y ver las caras tan familiares.
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